Al llegar a San José, decidà partir la mañana siguiente hacia La Fortuna, para visitar el Volcan y el Parque Nacional. Para llegar tomé un autobus local. La gente es muy simpática. Mientras compraba mi pasaje para el viaje, comencé una charla interesante con un joven. Todo marchaba de primera, hasta que caÃ, que éste joven estaba coqueteando conmigo! Diciendome cosas agradables y otras mientras charlábamos. Me empecé a sentir incómoda. Pero como no me podÃa mover del lugar, porque al igual que en Guatemala, tambien en éste paÃs se acostumbra llenar los autobuses hasta que no queda un solo espacio vacio. Me alivió el saber que su pasaje lo llevaba a otra parte que a mi. De todos modos me hallaba en seguridad mientras seguÃa sobre el autobus. En éste viaje và por primera vez, despues de mi viaje por América Central, que un hombre cedió su asiento a una mujer parada. Bueno él de todos modos se bajaba en la proxima parada, pero igual – fue un gesto galante. Habitualmente no importa si la mujer viaja con niños o es anciana, nadie le da su asiento.
El paisaje a lo largo del camino fue espléndido. Al atardecer subà al volcán y con luz de luna y estrellas en el firmamento aprecié el paisaje. Para finalizar esa jornada estupenda sólo faltaba un lugar en plena naturaleza y noche cálida para dormir. Fue Genial!!!Â
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